Una familia sanjuanina, quería irse a descansar unos días a Pocito, decidió señar una cabaña a través de un sitio web llamado “Marketplace”, y vivió un muy mal momento al descubrir que la vivienda no existía y que los habían estafado. En el sitio en el que tenía que estar la construcción con quincho y pileta, había un descampado. Hicieron la denuncia.
“Nosotros encontramos la cabaña en Marketplace, en Facebook. Yo encontré varias que me parecían interesantes, contacté a los dueños y después seguí la comunicación por WhatsApp, porque me parecía más confiable. Esta cabaña que elegimos no nos generó sospechas porque estaba más o menos al valor que las otras, $15 mil para 6 personas por día. También tenía quincho y nos dijeron que podíamos llevar invitados y pagar un extra. Todo normal”, contó Gabriela Nievas, víctima del hecho.
Y agregó: “El hombre con el que hablaba por mensaje me dijo que su nombre era Luis Herrera. Yo le confirmé el alquiler y me pasó su número de cuenta de Mercadopago. Ingresé y busqué el nombre de la persona a cargo de esa cuenta y me apareció el nombre de Enzo Ariel Tribiño. Justo en ese momento, el hombre con el dialogaba me mandó un mensaje y me dijo que la cuenta estaba a nombre de su hijo, que coincidía con lo que yo había encontrado sin haberle dicho nada. Entonces le transferí el dinero, el 50%. Nosotros íbamos a alquilar por dos días, así que le pasé $15 mil. Nunca me apuró en la seña, ni nada. El hombre se escuchaba muy seguro de lo que hablaba. Muy formal para hablar. Nada extraño. Y la publicación seguía apareciendo”.
Si bien la familia pensaba ingresar al complejo el viernes por la noche, cuando pidieron la ubicación por la tarde, nadie les respondió. Recién a última hora de ese día, el hombre volvió a contactarse y pidió disculpas. El mismo dijo que había tenido una complicación, les ofreció devolverles el dinero y les propuso que, en todo caso, ingresaran el sábado por la mañana. Ellos acordaron eso.
“Mi hija se despertó el sábado a las 7, entusiasmada por ir a la cabaña. Empezamos a pedirle la ubicación nuevamente al hombre y no nos respondía. A eso de las 10:30, decidimos salir hacia la dirección que nos había indicado, Aberastain pasando Calle 14, al lado de una bodega. Cuando íbamos en camino entre a Facebook y la publicación de esa cabaña ya no estaba”, manifestó Gabriela, la madre de la familia
Para continuar: “En ese momento nos empezó a contestar. Nos dijo que no sabía quiénes éramos, porque había estafado a mucha gente. Que no conocía a ningún Luis Herrera. Y que no se preocupaba porque nunca le había pasado nada. Finalmente llegamos al lugar y no había cabañas, sino un descampado”.
“Fue una situación bastante traumatizante, porque seguís hablando con una persona que no sabés quién es. Vas a un lugar que no existe. Yo le he dado nombre, apellido y DNI. Mientras, mi hija lloraba porque no había cabaña ni pileta. Finalmente nos contactamos con otro hombre que nos alquiló otra cabaña y nos salvó el momento. Pero no quiero que esto les pase a otras familias, por eso ahora estoy haciendo la denuncia en la Central de Policía. No pueden pasar estas cosas”, concluyó diciendo la mujer.
