Horas calientes y secas en Añelo, el pueblo de Vaca Muerta en Neuquén. 600 familias mantienen un reclamo por agua potable. Ni el municipio ni el gobierno logran convencer a las personas que depongan la medida. Hace 5 días que no disponen de agua en sus casas. Por eso cortaron las rutas.
Horas calientes y secas en Añelo, el pueblo de Vaca Muerta en Neuquén. 600 familias mantienen un reclamo por agua potable. Ni el municipio ni el gobierno logran convencer a las personas que depongan la medida. Hace 5 días que no disponen de agua en sus casas. Por eso cortaron las rutas.
Es sincrónico, cíclico y repetido. Hace un año también ocurrió porque el problema de la sequía es constante en La Meca petrolera de Argentina. A 104 kilómetros al noroeste de la ciudad de Neuquén está el paraje de Vaca Muerta donde sobran el petróleo no convencional y el gas. Es el «pulmón» energético que necesita un país amenazado constantemente con el colapso económico. Pero, inversamente proporcional a la abundancia petrolera, resulta el faltante de agua potable para quienes habitan el pueblo donde se concentra la actividad extractiva.
Así es Añelo, el contrastante «corazón de Vaca Muerta». Allí donde diariamente transitan 30 mil personas entre las cuales, como lo informó el POST el domingo 20, hay 2500 que provienen de Mendoza ocupadas por la industria petrolera.
Desde hace una década el agua potable es uno de los principales problemas de las familias añelenses, aunque la realidad es más amplia porque la población ha crecido hacia el costado oeste de la ruta provincial 7 y la demanda de otros servicios, como la energía y el gas, van a la par del reclamo por agua y cloacas.
Dato que justifica este informe. Esta semana toda la región amaneció en pie de protesta porque al reclamo vecinal se le unió una serie de piquetes programados por las comunidades mapuches en los accesos a la zona de explotación propiamente dicha.
El reclamo por el agua es tangible y crítico como consecuencia del alza de la demanda que aumenta al mismo ritmo que crece población por el incremento de la actividad petrolera. Por lo que resulta más difícil de solucionar ya que las familias claman por la dotación de agua cada que vez que se vacían sus tanques domiciliarios, por ahora el líquido llega en cisternas desde el municipio de Añelo.
Memoria reciente
Hasta 2012 vivían en el área de conflicto algo más de 2 mil personas dedicadas a la crianza de ganado. Y desde ese ese tiempo la población se quintuplicó cuando se firmó el acuerdo YPF-Chevron que definió la explotación de Vaca Muerta. El Barrio La Meseta es el más afectado por la falta de agua. Son unas 600 familias que decidieron cortar las rutas de acceso al pueblo ayer lunes 28 y aún sostienen la medida.
«Hace cuatro días que en el barrio La Meseta no hay agua. Ni siquiera nos están abasteciendo con camiones para llenar los tanques como habían hecho hasta hace un año atrás. Esto colmó la paciencia», describió una de las vecinas protestante en un video replicado en las redes.
El concejal Fernando Banderet, es citado en los informes periodísticos como representante de los manifestantes. Hace 9 días el POST también registró la semblanza de Banderet que aspira a la intendencia de Añelo en las próximas elecciones. Es duro a la hora de evaluar el impacto socio económico en su comuna por la fiebre petrolera. Remarca que hubo en 2013 un anuncio, de un master plan donde intervino YPF con una promesa de inversión de mil millones de dólares que nunca se ejecutó. Recuerda que hace poco fue Alberto Fernández a 4 kilómetros de Añelo para inaugurar la sede de YPF en la región y ni siquiera mencionó al pueblo como parte de este escenario emergente que ha hecho crecer la demanda de gas, electricidad, agua potable, saneamiento y vivienda. La falta de servicios esenciales, genera el descontento y ya se han registrado varios cortes de ruta anteriores al actual que todavía se hace sentir.
Mapuches sin registrar
El reclamo mapuche se evidenció e inmediatamente fue comunicado por las redes sociales. Fue un acto político que duró hasta el mediodía de ayer lunes 28. Reclaman la continuidad del relevamiento territorial para que se le reconozcan sus derechos sobre los terrenos en la zona. Es una ley nacional que se aplica donde existen comunidades originarias en el país.
La medida de protesta fue desactivada al acordar desde el martes 6 de diciembre una reunión entre mapuches y gobierno para reanudar las tareas de mapeo del territorio, donde hay 40 comunidades en todo Neuquén y en un año solo han sido relevadas tres, según las crónicas patagónicas. Desde el Gobierno neuquino informaron al POST que el clima prelectoral hace que este tipo de movimientos se concreten con mucha repercusión y más en una zona donde se encuentra el mayor reservorio hidrocarburífero que concentra la actividad petrolera y por ende, la atención nacional.
