En un nuevo capítulo de la transformación del fútbol argentino, el Gobierno reglamentó la posibilidad de que los clubes deportivos se conviertan en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). La medida, oficializada mediante el decreto 730/2024, fue publicada en el Boletín Oficial durante la madrugada de este miércoles, detallando los aspectos clave de una normativa que había sido anticipada en diciembre del año pasado a través del DNU 70.
El decreto estipula que todas las asociaciones, federaciones y confederaciones deportivas del país, incluida la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), deberán adecuar sus estatutos y normas internas en un plazo de un año, permitiendo así que los clubes que opten por transformarse en SAD puedan seguir participando en las competiciones oficiales sin restricciones.
El documento establece que las asociaciones civiles tendrán la obligación de considerar en asamblea extraordinaria la posibilidad de transformar sus entidades en sociedades anónimas o de asociarse con ellas. Además, se aclara que ninguna organización deportiva podrá impedir o dificultar la afiliación de un club que haya optado por esta modalidad de negocio, independientemente de su estructura jurídica.
Este cambio ha generado una fuerte resistencia por parte de la dirigencia del fútbol argentino, especialmente dentro de la AFA. Su presidente, Claudio “Chiqui” Tapia, se manifestó enérgicamente en contra de la implementación de las SAD, argumentando que la esencia del fútbol argentino se basa en las asociaciones civiles sin fines de lucro. La AFA emitió un comunicado reiterando que su estatuto establece como requisito indispensable para la participación en competiciones oficiales ser una «Asociación Civil sin fines de lucro», lo que contrasta con la nueva reglamentación.
Sin embargo, el Gobierno dejó en claro que la AFA no podrá negarse a implementar los cambios. Las palabras del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, subrayan que la ley de deportes impide a la AFA rechazar la participación de un club basándose en su forma jurídica. «Si un club decide convertirse en SAD, la AFA no puede negarse porque estaría violando la ley», explicó.
Esta medida ha sido una de las prioridades de la administración actual, con el objetivo de atraer inversiones al sector deportivo y otorgar mayor libertad a los socios de los clubes para decidir cómo gestionar sus entidades. El Gobierno confía en que la implementación de las SAD generará nuevas oportunidades de financiamiento y desarrollo para los clubes, aunque la polémica en torno a este tema parece estar lejos de resolverse.