El coordinador de inspecciones de cauce de la Subdelegación de aguas del río Diamante, Javier Lacam, confirmo que para las fiestas y vísperas de Navidad y Año Nuevo no habrá agua en la cuenca del Río Diamante. En este sentido, explicó que los bañistas que hacen «tapones» en los cauces siguen siendo un problema grave para los productores.
«La temporada viene muy complicada, sobre todo porque las altas temperaturas comenzaron un poco antes de lo habitual. Con el calor empezaron los problemas, que se agravan con el inicio de las vacaciones de los chicos. Ante esto, las Inspecciones de Cauce están trabajando prácticamente todo el día desde muy temprano en la mañana hasta altas horas de la noche. Se trata de sacar todos los taponamientos para permitir que el agua fluya libremente, así los regantes no pierden el turno, puesto que, si esto llegara a suceder, hay que esperar siete días más para que el agua vuelva a esa finca», explicó Lacam al inicio de la entrevista.
«Con la elevada temperatura que hace, los cultivos como las hortalizas, no pueden esperar una semana más para el riego. Estamos abocados al 100%, pero en algunos momentos nos vemos superados. Hay mucha cantidad de gente, en algunos casos hay más de 50 personas en los canales de riego. También hay que decir que cuando van los inspectores a quitar esos taponamientos son agredidos con piedras o con cualquier tipo de objeto contundente. Entonces, no se pueden acercar a sacar el tapón y deben pedir auxilio a la policía. Lamentablemente, cuando el agua ya sale a la calle y se corta el cauce tenemos un problema grave, debido a que el regante pierde el turno», amplió.
Luego, se refirió al trabajo que se hace desde la prevención. «Es bastante complejo porque es una cuestión cultural y social. Todo esto está penado por la Ley 9099 del Código de Contravenciones en los artículos 124 y 138 que prohíbe bañarse en los cauces y penaliza a aquellos que hacen taponamiento en los mismos. Las penas van de dos a diez días de arresto y multas económicas que rondan los 90 mil pesos. A su vez, de bebe aclarar que el artículo 182 del Código Penal también lo prohíbe y lo sanciona hasta con dos años de prisión. Es decir, la parte legal está establecida, pero quizás cuesta implementarla. Lo que pasa en muchos casos, es que quienes cometen estos delitos son menores de edad. Ese, sin lugar a dudas, es uno de los inconvenientes. Además, las ordenanzas municipales también prohíben este tipo de acciones», precisó el coordinador de inspecciones de cauce de la Subdelegación de aguas del río Diamante.
«Otro tema relevante tiene que ver con que los cauces son sumamente peligrosos para bañarse, ya que las estructuras no están preparadas para eso. Las obras están diseñadas para que el agua escurra de la forma más eficiente, por eso son texturas pocos porosas que con el crecimiento de los musgos se tornan resbalosas. A veces el agua va a altas velocidades, hay que evitar los riesgos que ponen en peligro la vida. La gente llama a nuestros teléfonos y nos piden por favor que quitemos los tapones, pero el Departamento de Irrigación y las Subdelegaciones de los Cauces no tiene poder sobre las personas. Nosotros podemos sacar un tapón y todos los materiales que ponen, pero no podemos actuar sobre ellos, eso lo debe hacer la Justicia», aclaró.
Asimismo, señaló cuáles son las zonas más conflictivas. «Uno de los lugares más problemáticos es frente a Parque Norte, ya que tenemos problemas todos los días. También en la zona del Barrio El Sosneado y Barrio Policial. A esto se suma el Barrio Costa Esperanza y el sector de la avenida Rawson al 8000, donde se roban hasta una reja, la cual hay que reponer cada dos o tres meses», indicó Javier Lacam.
«La Policía recorre y trata de evitar que se produzcan los tapones, pero son insuficientes los recursos con los que contamos. Son muchos los lugares donde se producen estos hechos. La Policía los saca de un lugar y se trasladan a otro sector, así sucesivamente. Los recursos son escasos, todos sabemos cuánto afecta la crisis económica nacional en todos los sectores. El personal también es reducido, tenemos uno o dos tomeros cada siete mil hectáreas. Deben recorrer muchos kilómetros cada uno de ellos. Sinceramente no dan abasto. Cuesta pensar cuál podría ser la solución a todo esto. Quizás una opción es hacer balnearios municipales con aportes nacionales, provinciales y de las comunas. El costo no debe caer sobre los regantes, que son los únicos perjudicados. Tapar los canales con una losa de hormigón encima, sería lo ideal, pero tiene un costo monetario altísimo. Además, si uno tapa una zona, la gente se traslada en el sitio que no lo está y el problema continúa de igual forma o peor», añadió.
Para finalizar, se refirió a la medida que han tomado ante las próximas celebraciones de Navidad y Año Nuevo. «Por un tema de seguridad y para que los regantes no pierdan el turno, se determinó que se corte el agua en los cauces de la cuenca río Diamante para los días 24 y 25 de diciembre. También el 31 y 1 de enero. Solo se mantendrá una dotación de 3 metros cúbicos para abastecer a las plantas potabilizadoras. Hay que destacar que con el sistema de turnos actual que es mensual y digital, se permite ‘saltar’ los días mencionados sin que ningún regante se vea damnificado. Eso es lo más importante, que nadie perderá su turno. El agua que se erogaba esos días y se perdía todos los años, ahora se va a ahorrar y se podrá erogar cuando los inspectores de cauce lo crean oportuno», cerró.
