Vecinos de distintos puntos de la provincia habrían denunciado que manzanas contaminadas, las cuales debido a los altos niveles de químicos cancerígenos que contendrían ya no se venden al exterior, se estarían utilizando para abastecer el mercado interno
Según las denuncias, se comercializarían en nuestra provincia, donde prácticamente la totalidad de las peras y manzanas que se consumen provienen de Neuquén y Río Negro, y tendrían altos niveles de componentes tóxicos como consecuencia del fracking que se lleva adelante en medio de las fincas.
Aparentemente una de las principales distribuidoras, habría reconocido que las mismas son de Neuquén, aunque según informan, ya se ha decidido en la industria eliminar la denominación de origen del producto para evitar problemas con su consumo.
Los habitantes denuncian la ausencia del Estado como ente regulatorio que debería garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos, mientras es el mismo Estado –provincial y nacional- es quien impulsaría el fracking y Vaca Muerta como la gran salvación para el país.
Información filtrada de organismos internacionales indicaría que podría existir una intencionalidad en la degradación de la salud de la población, con el marcado incremento de los casos de cáncer, abortos, deformaciones y demás enfermedades comunes en las zonas afectadas y donde dicha fruta es consumida, con lo cual se buscaría lograr un control poblacional que permitiría transformar la región de interés en una zona de sacrificio para poder extraer sus recursos.