
El abogado local Ignacio Fajardo fue condenado ayer a tres años de prisión en suspenso con más la accesoria de dos años de inhabilitación para ejercer su profesión por dos hechos de estafas en concurso real. Así lo dispuso el tribunal compuesto por los jueces Jorge Yapur, Ariel Hernández y Néstor Murcia que, además, ordenó que el letrado realice 150 horas de trabajos comunitarios, fije domicilio y registre su firma cada tres meses. Finalmente, los jueces determinaron que una de las víctimas se quede con el 50% del valor de un VW Passat perteneciente a Fajardo y que oportunamente fuera secuestrado por la fiscalía como resarcimiento por el daño económico sufrido por las víctimas.
Durante los alegatos de cierre, el fiscal Javier Giaroli había pedido 5 años de prisión en efectivo y el mismo tiempo de inhabilitación, mientras que la defensa del acusado solicitó un año de prisión en suspenso y rechazó la posibilidad de la inhabilitación.
Durante el debate, Fajardo reconoció ambos hechos, ocurridos entre diciembre de 2018 y diciembre de 2020. Según quedó probado, en el primero de los casos Fajardo recibió de parte de un hombre 15.000 dólares para, supuestamente, venderle una casa ubicada en calle Bandera de los Andes. Con el correr del tiempo, la operación nunca se concretó puesto que el titular registral del inmueble había muerto y Fajardo no podía concretar la transferencia registral.
Y tampoco devolvió el dinero. En el segundo caso, Fajardo se contactó con una pareja de ancianos que había cobrado una indemnización por la muerte de su hija en un siniestro vial. La intención de los abuelos era destinar una vivienda a su nieto, hijo de la víctima del accidente. En ese sentido, Fajardo les ofreció a los adultos mayores la misma casa de la estafa anterior. El abogado cobró, en total, 1.200.000 pesos y nunca transfirió la propiedad de la vivienda.