En el 2012, una amiga del deportista sospechado recientemente de realizar tocamientos a sus alumnas de entre 8 y 12 años, lo acusó de vejarla cuando se quedó a dormir en su casa. Ese expediente terminó archivado.

La investigación judicial por abusos sexuales que habría sufrido un grupo de niñas de parte de un jugador y profesor de hockey sobre patines del club Godoy Cruz Antonio Tomba avanzó en las últimas horas con el análisis de las declaraciones iniciales en la Oficina Fiscal Nº4 que realizaron las madres de las presuntas víctimas, de entre 8 y 12 años que tomaban clases de perfeccionamiento.
En un principio, se conoció que eran cuatro las menores que habían padecido tocamientos durante entrenamientos particulares en sede de la institución y en un complejo de la Municipalidad donde se daban las clases particulares (ubicado al lado de un hipermercado); sin embargo, la madre de una de ellas prefirió –por el momento- no radicar la denuncia.
El caso revelado por El Sol generó un fuerte impacto en la institución godoicruceña. Tanto es así que trascendieron algunas causas que se iniciaron hace unos años contra el sospechoso. Una fue por las lesiones que le provocó a un árbitro durante un encuentro en julio del 2016, que terminó con una suspensión de juicio a prueba (probation) por un año.
La otra, de mayor gravedad, se denunció en octubre del 2012 y también fue por una sospecha de abuso sexual: una amiga aseguró haber sido víctima de un abuso con acceso carnal mientras el deportista se encontraba durmiendo en su casa de Chacras de Coria. Ese expediente, contaron fuentes judiciales, terminó archivado.
A pesar de esto, el abogado querellante Sergio Salinas, quien representa a las familias de las tres pequeñas, solicitará en las próximas horas, una vez que esté constituido formalmente en la causa, conocer qué sucedió con ese expediente, debido a que la denuncia era “contundente”.
Salinas no es el único interesado en conocer los detalles de esa instrucción: la fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual que investiga las últimas denuncias, Virginia Rumbo, y la jefa de esa Unidad Fiscal, Daniela Chaler, también iniciaron una pesquisa interna para rastrear esa causa.
La denuncia del 2012 fue radicada un día después del 5 de octubre, cuando habría ocurrido el hecho. Una joven señaló que esa jornada cumplía 18 años y se había juntado con un grupo de amigos en el boliche GEO de calle San Martín de Godoy Cruz.
Dijo que volvió a su hogar en taxi con una amiga y otros dos jóvenes conocidos que no habían participado del encuentro en el interior del local bailable, entre los que se encontraba el jugador de hockey.
La joven relató que había tomado alcohol y que no sentía bien. Como había llegado después de las 6, les comentó a sus amigos que podían quedarse a dormir. Dijo que en su habitación había dos camas y que ella se acostó con su amiga en una y los dos varones en la otra. En la presentación, contó que se quedó dormida y que horas después se despertó cuando sintió ruidos en la pieza.
Al levantarse, sostuvo que se encontraba sólo el sospechoso con ella porque sus otros dos amigos se habían ido. Al otro día, relató, la llamó su amiga y le dijo que necesitaba hablar con ella. Le reveló que, mientras descansaban, había descubierto al joven deportista, por aquellos días con 21 o 22 años, metido en su cama con ella y que realizaba movimientos de tipo sexual.
La joven le confesó por teléfono que intentó frenarlo al decirle que no estaba bien lo que hacía porque su amiga se encontraba dormida y que les iba a avisar a sus padres. Agregó que el joven paró con la acción en un primer momento y que continuó mirándolo desde la otra cama. Un rato después, consta en la denuncia, el hockista habría seguido arriba de su amiga.
La denunciante detalló que, después de le contaron lo que había sucedido, las amigas le compraron una pastilla del día después y la ingirió. Explicó que la madre de una amiga la acompañó a hablar con sus padres y luego la derivaron a una especialista para que la revise: “Me examinó y me dijo que tenía una lesión ginecológica y que había signos de penetración sexual”.
La joven, en su declaración, aportó a los investigadores judiciales que nunca antes había tenido relaciones sexuales y que detectó que su ropa íntima tenía sangre, lo que acrecentó las sospechas. Ese expediente, por causas que son motivo de investigación por estas horas, terminó archivado.

Las nuevas denuncias que trascendieron contra el profesor, que se radicaron la semana pasada y serían contactos con las pequeñas utilizando manos y genitales, motivaron el viernes que las autoridades del Club Godoy Cruz lo apartaran del cargo luego de una reunión con los padres de las niñas. Era el entrenador de todas las categorías masculinas y de la primera del femenino, la denominada senior. Además, daba clases de tecnificación o personalizadas.
Además, el caso llegó al Tribunal de Penas de la Asociación Mendocina de Patín, que emitió una resolución este miércoles a las 19 luego de tomar conocimiento de los hechos cuando tomaron trascendencia. La resolución Nº11 suspendió la licencia del deportista “para todas las actividades de la AMP hasta tanto la Justicia Penal resuelva su situación”.
fuente:el sol