El asesinato de Bruno Bussanich, un empleado de una estación de servicio asesinado por sicarios en Rosario, causó conmoción en todo el país y generó preocupación por el aumento del narcotráfico en la ciudad de Santa Fe.

A pocas horas del asesinato, las cámaras de seguridad de la estación de servicio Puma de la calle Mendoza, donde trabajaba el joven de 25 años, difundieron imágenes.
Bruno fue captado en video silbando y mostrando cierta alegría, como se ve en el comunicado de Noticias Argentinas, que no se hizo público debido a la gravedad del incidente.
La víctima recibió tres disparos en la cabeza y fue abandonada por un sicario que parecía no estar informado al llegar al lugar.
Una carta amenazadora dejó tanto para el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como para el ministro de Seguridad local, Pablo Cococcioni: ‘Vamos a matar más inocentes’.
Este discurso se produce en medio de mayores regulaciones para los pabellones desde que el gobernador asumió el control hace meses