
EE.UU., 26 de julio de 2024 – En una operación sin precedentes, las autoridades estadounidenses detuvieron a dos de los narcotraficantes más buscados del mundo: Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del conocido Joaquín «El Chapo» Guzmán. La captura de estos dos capos del narcotráfico representa un golpe significativo contra el crimen organizado y el tráfico de drogas a nivel global.
Ismael «El Mayo» Zambada: El Líder del Cartel de Sinaloa
A los 76 años, Ismael «El Mayo» Zambada es conocido como uno de los tres fundadores y líder del cartel de Sinaloa, una de las organizaciones de tráfico de drogas más poderosas del mundo. Su carrera en el narcotráfico se extiende por más de cuatro décadas, durante las cuales ha sido objeto de numerosas historias y leyendas. Su detención marca el fin de una era para uno de los criminales más notorios.
Zambada comenzó su carrera en el cartel de Guadalajara en los años 70, ascendiendo rápidamente desde un traficante raso hasta convertirse en un líder del cartel de Juárez. Su habilidad para establecer y mantener conexiones con productores de cocaína en Colombia y su capacidad para operar bajo un perfil bajo lo convirtieron en un capo de capos. A lo largo de los años, ha sido conocido por su pragmatismo, astucia y corrupción, y ha logrado evadir la justicia con una combinación de sobornos y operaciones encubiertas.
Joaquín Guzmán López: El Hijo del Chapo
Joaquín Guzmán López, de 36 años, es uno de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, cofundador del cartel de Sinaloa. A diferencia de su hermano Ovidio, su papel en la organización ha sido más discreto, aunque no menos significativo. Guzmán López estuvo implicado en la operación que permitió la fuga de su padre del Penal del Altiplano en 2015, y con el tiempo se ha ido involucrando más en los negocios heredados del Chapo.
Un Golpe al Narcotráfico
La captura de Zambada y Guzmán López es vista como un golpe crucial en la lucha contra el narcotráfico. Ambos capos están acusados de extorsión, corrupción, tráfico de estupefacientes y lavado de activos. Las autoridades creen que su detención podría arrojar luz sobre la red de complicidad que incluye bancos, gobiernos y otros actores clave en la industria del narcotráfico.
El Legado del Mayo
El legado de El Mayo Zambada es complejo. Conocido por su perfil bajo y su capacidad para mantener un vínculo con la comunidad, ha sido un mecenas en su ranchería natal, El Álamo, y en otras regiones de Sinaloa. Su influencia no solo se limitaba al tráfico de drogas, sino que también se extendía a la política, la cultura y las autoridades mexicanas. Se estima que su red de lavado de dinero involucraba miles de millones de dólares y numerosas empresas en diversos sectores.
La captura de Zambada y Guzmán López podría proporcionar información valiosa sobre el funcionamiento interno del cartel de Sinaloa y el papel del mundo legal en la industria del narcotráfico. Conocido también como «El Rey», «El Grande» y «El MZ», el mito de Ismael Zambada comenzará a esclarecerse a medida que se desarrollen los procesos judiciales.
Conclusión
La detención de Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López representa un hito en la lucha contra el narcotráfico. Las autoridades estadounidenses han dado un golpe significativo a una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, y la información que estos capos puedan proporcionar será crucial para futuras operaciones y la desarticulación de redes criminales a nivel global.