El Gobierno de Mendoza ha oficializado el cobro a extranjeros en tránsito y con residencia provisoria que se atiendan en los hospitales públicos de la provincia. Esta medida convierte a Mendoza en la segunda provincia argentina en implementar esta política, siguiendo el ejemplo de Salta, donde la atención médica a extranjeros se ha reducido en un 90% desde la implementación de una medida similar.

La iniciativa tiene como objetivo principal aliviar los gastos y el consumo de insumos en el sistema de salud pública. Según el Decreto N° 1266, se considerará «no residentes» a los pacientes de nacionalidad extranjera que se encuentren en las categorías de residentes transitorios y precarios, conforme a lo establecido en el Artículo 24 de la Ley de Migraciones N° 25.871. En estos casos, los gastos de la asistencia médica deberán ser solventados por los propios pacientes, quienes podrán solicitar la emisión de comprobantes de atención y pago para gestionar el reembolso ante las entidades correspondientes en sus países de origen.
La implementación de esta medida implica que, tras la atención médica, los hospitales emitirán un resumen de las prestaciones y gastos realizados, el cual será remitido al Reforsal. Este organismo, creado en julio, será el encargado de emitir una factura definitiva con fuerza de título ejecutivo para recuperar los costos en el menor tiempo posible.
En Salta, la primera provincia en aplicar esta política, las autoridades han observado una significativa disminución en la atención de pacientes extranjeros, principalmente chilenos, paraguayos y bolivianos. Antes de la medida, se atendían alrededor de tres mil pacientes extranjeros por mes; actualmente, esa cifra se ha reducido a solo 60.
El anuncio de Mendoza ha generado diversas reacciones. Las autoridades provinciales defienden la medida como necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema de salud pública y asegurar que los recursos estén disponibles para los residentes permanentes de la provincia.
Esta nueva política en Mendoza refleja una tendencia creciente en Argentina hacia la regulación de la atención médica a extranjeros, buscando un equilibrio entre la prestación de servicios de salud y la administración eficiente de los recursos públicos.