El Autódromo de Buenos Aires fue testigo de un momento estremecedor durante la décima fecha del campeonato de Turismo Carretera. El piloto Gastón Mazzacane vivió el susto de su vida cuando su vehículo se incendió durante la primera vuelta, obligándolo a detenerse de inmediato.
El incidente ocurrió en una fracción de segundos. Mazzacane, al percatarse de que las llamas comenzaban a salir de su auto, tomó una rápida decisión: detenerse antes de que la situación se agravara. “Empezó a salir fuego y no me quedó otra que parar. Iba a parar a boxes o a parar, pero no me dio tiempo a otra cosa”, declaró el piloto con evidente nerviosismo tras el incidente.
Afortunadamente, Mazzacane logró salir del vehículo sin sufrir lesiones, llevando alivio a sus seguidores que observaban con preocupación. El piloto, quien se ha destacado por su experiencia y habilidad en las pistas, confirmó que se encuentra en buen estado, tranquilizando a todos los que estaban pendientes de su salud.
El suceso dejó en claro la peligrosidad inherente al automovilismo, donde en cuestión de segundos, una jornada de competencia puede transformarse en un escenario de riesgo. A pesar del susto, Mazzacane demostró una vez más su temple y profesionalismo, salvando lo que podría haber sido una tragedia mayor.
El campeonato de Turismo Carretera continúa, pero la imagen del auto envuelto en llamas y la rápida reacción de Mazzacane permanecerán en la memoria de todos los presentes en el Autódromo de Buenos Aires.
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