
Tras un mes de implementación del nuevo sistema de lucha antigranizo en los departamentos de San Rafael y General Alvear, se realizó un primer balance con la participación de productores y autoridades locales. En este encuentro, se analizaron los primeros resultados, los desafíos que enfrenta la iniciativa y las expectativas a futuro.
Durante la reunión, representantes de la empresa operadora del sistema, junto con expertos en meteorología y mitigación de tormentas, expusieron detalles sobre el funcionamiento de la siembra de nubes, tanto para reducir el impacto del granizo como para incrementar las precipitaciones de agua y nieve. Además, destacaron su experiencia en zonas con condiciones climáticas similares, lo que permite adaptar estrategias a las necesidades locales.
Evaluación del primer mes de operatividad
El sistema ha sido sometido a un análisis minucioso, evaluando el comportamiento de cada tormenta y el nivel de efectividad de las intervenciones. Se constató que, en algunos casos, la mitigación del granizo ha sido evidente, aunque en situaciones de tormentas extremadamente intensas, como la supercélula que afectó a Jaime Prats y Real del Padre, así como otra que impactó en Bowen, los daños resultaron inevitables.
Los especialistas enfatizaron que el objetivo del sistema no es la eliminación total del fenómeno, sino la reducción de sus efectos. Se destacó que, aunque el sistema ha logrado disminuir la severidad de muchas tormentas, existen eventos meteorológicos de gran magnitud que superan cualquier capacidad de intervención.
Desde el Comité Evaluador, que monitorea en tiempo real las tormentas y su evolución, se trabaja en la optimización del sistema. Se han planteado sugerencias para mejorar su efectividad y la empresa a cargo ha mostrado predisposición a implementar ajustes que refuercen su desempeño.
Preocupación por el precio de la uva y la rentabilidad del sector
Más allá del balance sobre la lucha antigranizo, los productores manifestaron una creciente preocupación por la situación económica del sector. Han comenzado a circular versiones de que el precio de la uva se mantendría en valores similares a los del año pasado, lo que genera inquietud ante el fuerte incremento de los costos de producción.
Factores como la inflación, el aumento en el valor de la mano de obra, los combustibles y la energía eléctrica impactan directamente en la rentabilidad de los productores, generando incertidumbre sobre la viabilidad de la próxima temporada.
A esto se suma la crisis en la industria vitivinícola, con una demanda deprimida que afecta tanto a los productores como a toda la cadena de comercialización del vino en el país.
Expectativas a futuro
Mientras el nuevo sistema de lucha antigranizo continúa en evaluación y ajuste permanente, el sector productivo espera que las mejoras tecnológicas permitan optimizar la mitigación de daños en futuras tormentas. Sin embargo, la principal preocupación hoy recae en la rentabilidad del agro y la necesidad de políticas que garanticen precios justos para los productores, evitando así un impacto negativo en la producción de la próxima temporada.