
Con la confirmación de la muerte de un nene de cuatro años que fue asesinado de un disparo en la cabeza por su padre en la localidad bonaerense de Coronel Suárez, se abrió una etapa de investigación en la que salieron a la luz los antecedentes de violencia de género y familiar ejercidas por el filicida.
Gustavo Suárez se quitó la vida con la misma pistola con la que acababa de herir a su hijo, Francisco, en un camión estacionado a la altura del acceso a Huanguelén de la Ruta 60. El nene murió poco después, cuando ya estaba internado en un hospital de esa localidad.
Una fuente cercana a la investigación reveló al diario La Nueva que “entre ellos había problemas de violencia familiar y hubo denuncias anteriores”, y la más reciente había devenido en una medida cautelar que había vencido el 4 de diciembre pasado.
Entre los antecedentes que salieron a la luz este martes se encuentra la denuncia de Daiana García, la madre de Francisco y expareja de Suárez, en la que solicitó una medida de restricción de acercamiento contra. Esa denuncia fue tramitada en el Juzgado de Garantías N°3, donde el juez Alberto Antonio Manzi no hizo lugar a la medida y en vez solicitó la intervención del Juzgado de Paz local.
Además, el juez Manzi derivó el caso al área de Servicio Social a la que pertenece Coronel Suárez, y en esa oficina sí reclamaron medidas de protección para Francisco.
El 14 de noviembre, el Juzgado de Paz otorgó un “cese de medidas de perturbación” e indicó mantener el vínculo del nene con su papá porque, según ellos, no existía riesgo extremo.
La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 5 del Departamento Judicial de Bahía Blanca, a cargo del fiscal Jorge Viego, investiga ahora el caso como un “homicidio agravado por el vínculo seguido de suicidio”.
La macabra carta del filicida: “A llorar a la iglesia…”

El caso podría ser considerado un femicidio vinculado -es decir, un crimen en el que se busca dañar a la madre matando al menor- dado el contenido de la macabra carta que le envió el asesino a su exmujer -y que hizo trascender TN-, en la que le aseguró cosas como que “el que ríe último, ríe mejor“.
“Lo único que quería era ver crecer a mi hijo feliz con su mamá y papá, y con un hermanito aún más. Y luego arrancaste con un martes trece como siempre. Ahora, a llorar a la iglesia Daiana García“, expresó Suárez en su carta.
“Me voy con mi bebé, porque prometí cuidarlo y así lo haré. Él va a estar junto a mí, donde sea que estemos y no en una vida de mierda. Te lo dije, el que ríe último, ríe mejor, y no me escuchaste. Andá y hacé la vida que querías, pero nunca va a ser como la que vivimos en familia cuando nació Fran”, aseguró.
“Ahora no nos llores ni te pongas en papel de víctima, porque si hubo víctimas fuimos nosotros”, escribió el asesino, antes de dejar en claro su motivo para matar de un disparo en la cabeza a su hijo de cuatro años: “No valés nada Daiana, ni como mujer ni como madre. Te merecés lo peor por el resto de tu vida y sé que así será, porque por más que busques a un tipo para embarazarte -que no sé si vas a poder porque no servís para dar hijos y lo sabés, Fran fue un milagro después de tantas pérdidas y lo sabés bien a eso- jamás vas a poder olvidar a Fran y a mí”.