Liberación de Mosquitos Estériles en Mendoza: una Estrategia Biológica para Combatir el Dengue, Chikungunya y Zika

Ante la inminente llegada del verano y el aumento de casos de dengue en la región, el gobierno de Mendoza ha implementado una innovadora estrategia de control biológico que busca frenar la proliferación de los mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, chikungunya y zika. A través del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen), se liberaron 10.000 mosquitos estériles en el barrio Bermejo, en Guaymallén, como parte de una prueba piloto.

Estos mosquitos, conocidos por su característico color rojo intenso, son machos estériles que han sido modificados genéticamente en laboratorio. El objetivo principal de este experimento es que estos machos se apareen con las hembras silvestres del Aedes aegypti, el principal vector de estas enfermedades. Dado que las hembras de esta especie solo copulan una vez en su vida, al hacerlo con un macho estéril no producirán descendencia, lo que reduce significativamente la población de mosquitos y, por ende, la transmisión de enfermedades.

Una estrategia basada en el control biológico

Esta técnica, que ya ha sido utilizada con éxito para combatir otras plagas como la mosca del mediterráneo (Ceratitis capitata), se basa en la liberación masiva de machos estériles que compiten con los machos silvestres por el apareamiento. Al no generar crías viables, la población de mosquitos se reduce de forma natural y sostenible.

El uso de mosquitos estériles en Mendoza se encuentra aún en una fase experimental. Sin embargo, de tener éxito, se planea expandir el programa y triplicar el número de mosquitos liberados tanto en zonas urbanas como rurales, complementando las medidas tradicionales como el descacharreo y la fumigación. Esta estrategia representa una herramienta más dentro del manejo integrado de las epidemias transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.

Impacto y monitoreo

El experimento está siendo monitoreado por el Ministerio de Salud de Mendoza y la municipalidad de Guaymallén, quienes evaluarán su efectividad en la reducción de la población de mosquitos. Aunque estos mosquitos no representan ningún riesgo para los seres humanos, ya que no pican, su color distintivo ha sido diseñado para que la población los reconozca y no los elimine por error.

Si esta iniciativa resulta exitosa, podría marcar un antes y un después en el manejo de enfermedades transmitidas por mosquitos, no solo en Mendoza, sino en otras regiones afectadas por estos virus, sentando las bases para una intervención más eficaz y ambientalmente responsable.

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