En un partido intenso y lleno de emociones, Boca logró avanzar a las semifinales de la Copa Argentina tras empatar 1-1 con Gimnasia y Esgrima La Plata, y luego imponerse en la definición por penales. A pesar de haber sido superado en varios tramos del encuentro, el Xeneize se mostró sólido desde los doce pasos y se metió entre los mejores cuatro de la competencia.
El encuentro, disputado en el Coloso Marcelo Bielsa y que contó con fuertes incidentes antes del comeinzo del segundo tiempo, comenzó de manera favorable para Boca, pero el partido se equilibró rápidamente. Aaron Anselmino abrió el marcador para el Xeneize, poniendo a los de La Ribera en ventaja. Sin embargo, Pablo De Blasis logró igualar el encuentro, manteniendo las esperanzas del Lobo vivas.
Cuando iba a reiniciarse el encuentro tras el entretiempo, comenzaron a aparecer focos de violencia en las tribunas al punto de que los mismos jugadores se acercaban a pedir calma. La situación escaló, no faltaron los objetos arrojados de una barra a otra y los amagues de ir a pelear afuera. La policía intervino y se oyeron disparos de balas de goma.
Los violentos xeneizes lograron superar un portón amagando con el desastre generalizado, y apareció Juan Román Riquelme para mediar y calmar las aguas. La intervención del ídolo dio sus frutos y los barras volvieron a sus lugares, para que luego de largos minutos pudiera reanudarse el encuentro.