
Los CDC advierten que ‘Vibrio vulnificus’, la bacteria ‘come carne’, se cobra 100 muertes al año. Los enfermos requieren cuidados intensivos o la amputación de extremidades. Alrededor de 1 de cada 5 personas con este tipo de infección muere
Cambiar las condiciones en las que los patógenos desarrollan su vida tiene consecuencias. Más calor implica la mejorar el entorno de unos, más frío la de otros. En el caso de la bacteria (mal) apodada la “come carne”, la Vibrio vulnificus, la primera situación favorece mucho a que crezca su presencia. “Con el aumento de las temperaturas de los mares se favorece a la multiplicación mayor de las bacterias y dentro de ellas está la familia de los Vibrios”, cuenta Gema Fernández Rivas, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), para poner contexto al aumento de casos detrás de las septicemias.
Desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) han destacado el riesgo estacional que supone la presencia de esta bacteria. En la actualidad este patógeno vive de forma natural en las aguas costeras salobres, donde se mezclan el agua salada y el agua dulce, especialmente cuando las temperaturas son altas y la salinidad es menor. “Aunque las infecciones por Vibrio siguen siendo relativamente poco frecuentes en nuestro continente, varios países del norte a orillas del Báltico han registrado un aumento en los últimos años”, señalan en un comunicado.
La expansión de su distribución geográfica ha comportado la presencia de V. vulnificus en nuevas regiones, como el mar Báltico, el norte de EEUU y zonas de América del sur alejadas del Caribe. Las muestras recogidas en los últimos 60 años por la encuesta del grabador continuo de plancton (CPR) demuestra que el género Vibrio incrementa su prevalencia en las últimas cuatro décadas en la costa del mar del Norte, señala un análisis de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.