En un nuevo capítulo de la escalada de violencia en Medio Oriente, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, lanzó fuertes amenazas a Israel, asegurando que el país «pagará con sangre» por la muerte de civiles durante el reciente ataque al Líbano. Nasrallah hizo estas declaraciones en un discurso televisado, que fue transmitido por la cadena Al Manar, condenando la ofensiva israelí sobre varias ciudades del sur del Líbano.
«El enemigo pagará con su sangre el precio de haber derramado la sangre de nuestras mujeres y niños asesinados», afirmó Nasrallah, subrayando que la «resistencia libanesa» posee «enormes capacidades» para responder a los ataques. En un tono desafiante, el líder de Hezbollah insistió en que la opción para su grupo es clara: «resistencia o rendición», haciendo hincapié en que la rendición conlleva un precio «exorbitante, peligroso y fatídico».
Estos comentarios se dan en medio de una creciente violencia en la frontera entre Israel y Hezbollah, donde ambos bandos han intercambiado disparos desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza contra el movimiento islamista palestino Hamás en octubre. Según informes, al menos 268 personas, en su mayoría combatientes de Hezbollah y formaciones aliadas, junto con 40 civiles, han perdido la vida en el sur del Líbano desde el inicio del conflicto.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Hamás anunció cifras impactantes este sábado, con un balance de 28.858 muertos y 68.667 heridos en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra. La situación humanitaria en la región sigue siendo crítica, con la comunidad internacional observando con preocupación el deterioro de la situación y la falta de un alto el fuego duradero.
La espiral de violencia en Medio Oriente plantea desafíos significativos para la estabilidad regional y la búsqueda de una solución pacífica. La comunidad internacional se encuentra bajo presión para intervenir y promover un diálogo que conduzca a una solución duradera y evite una escalada aún mayor en el conflicto.