Se realizó una reunión de la Comisión de Salud presidida por el senador Lucas Quesada. Los legisladores recibieron en esta oportunidad a un grupo de odontólogos autoconvocados. Los profesionales hicieron llegar una solicitud al poder Ejecutivo Provincial, tenga a bien declarar a la Odontología como profesión de riesgo y de alto riesgo en el marco de la pandemia por COVID-19, y por el tiempo que la misma dure.
La propuesta fue presentada por la legisladora Andrea Blandini, quien se interiorizó por la problemática planteada por estos trabajadores. Participaron los siguientes profesionales: Elizabeth Carrazco, Antonio Fagale, Marcela Lucero y Delia Hernández.
«La emergencia Sanitaria en el marco de la pandemia por el COVID-19 ha puesto a nuestro sistema de salud en alerta ante las situaciones derivadas de dicho virus, pero especialmente al desafío de dar respuesta al resto de las prácticas sanitarias que hacen a la salud de nuestra población», reza fragmento del proyecto.
De acuerdo a la iniciativa, la práctica de la profesión de la odontología se encuentra como una actividad esencial dentro de la atención de la salud, estando su ejercicio a una exposición mayor al virus al que nos enfrentamos, siendo específicamente su área de atención toda la zona bucal de las personas pacientes. De esta manera, la regulación de esta actividad resulta sumamente necesaria, atendiendo a las demandas de quienes se encuentran ejerciéndola.
Entre los riesgos a los que se ven expuestos los odontólogos se pueden mencionar:
Exposición a agentes biológicos (virus, bacterias y hongos) presentes en la cavidad bucal y en fluidos tales como sangre y saliva. Entre ellos podemos citar, HIV, Hepatitis, COVid 19, Herpes. Esta exposición se debe a que el profesional trabaja en un estrecho contacto con el cuerpo del paciente.
Exposición a agentes físicos tales como radiaciones ionizantes (Rx) y radiaciones ultravioletas de lámparas de fotocurado.
Exposición a ruidos y vibraciones producidas por aparatologías tales como instrumental rotario de alta y baja velocidad, lavadoras de ultrasonidos, cavitadores etc que traen como consecuencia problemas de audición a corto y largo plazo.
Exposición a agentes químicos como antisépticos y otras sustancias químicas de uso corriente en odontología, que pueden provocar dermatitis de contacto o irritaciones en piel del profesional y/o que pueden ser absorbidos a través de la piel y generar alteraciones sistémicas
Exposición ocular a agentes tóxicos o a cuerpos extraños que accidentalmente pueden tener contacto con la zona.
Pérdida gradual y sostenida de la visión debido al esfuerzo ocular permanente provocado por trabajar en un campo de acción reducido como son las piezas dentarias.
Exposición a accidentes cortopunzantes debido al uso de instrumental con filo tales como agujas para anestesia, bisturís entre otros.
«De esta forma, el desarrollo de la actividad odontológica expone inevitablemente a los profesionales de la salud bucal al contacto con pacientes que padecen diferentes enfermedades sistémicas. Por ello es necesario resaltar la necesidad de que se manifieste explícitamente que la Odontología está considerada como profesión de riesgo de salud y profesión de alto riesgo por covid-19, dado la posibilidad de contagiar y contagiarse por las características propias de la práctica profesional», explicaron los profesionales durante la actividad.
La propuesta se seguirá debatiendo en la Comisión de Salud.