Amante y cultor del jazz a pesar de ser miembro original de una de las bandas de rock más famosas de la historia, y dueño de un bajo perfil inusual dentro del ambiente, Charlie Watts escribió un capítulo inolvidable y único entre las grandes estrellas del mundo del espectáculo, cuya dimensión real tal vez recién sea valorada en su totalidad a partir de su sorpresiva muerte, ocurrida hoy en Londres.
La noticia la dio a conocer su agente a través de una lacónica nota en donde pedía respeto hacia el dolor de su familia y de los integrantes de The Rolling Stones, la banda en donde desarrolló 58 años de carrera, sin dar mayores detalles de los motivos, en una actitud que precisamente se condice con la manera en que el baterista se manejó a lo largo de su vida.