En un suceso que ha estremecido a la comunidad mendocina, Florencia Guiñazú, una mujer de 30 años, encontró un final trágico a manos de su pareja en su propio hogar en la localidad de Las Cañas, en el Gran Mendoza. Este trágico incidente ha arrojado luz sobre la persistencia de la violencia de género en la sociedad contemporánea y las devastadoras consecuencias que puede acarrear.
Florencia, conocida por su energía vital y su amor por el deporte, era madre de dos niños pequeños y se desempeñaba como tatuadora, una pasión que compartía con su público en las redes sociales, donde contaba con una considerable base de seguidores. Sus días estaban llenos de actividad: desde sus sesiones de tatuaje hasta sus entrenamientos de fútbol, rugby y crossfit, Florencia irradiaba una vitalidad que tocaba a todos los que la conocían.
Sin embargo, detrás de esa fachada de vitalidad se escondía una realidad dolorosa. Florencia había sido víctima de violencia de género por parte de su pareja, una situación que había denunciado en noviembre del año anterior. A pesar de ello, la pareja había decidido intentar reconciliarse y continuar conviviendo, una decisión que desafortunadamente desembocaría en un desenlace trágico.
El sábado pasado, un escalofriante cartel pegado en la puerta de su hogar daba la primera señal de la tragedia que se estaba desarrollando en su interior. Con las palabras «Llamen a la policía que los niños están solos», el mensaje dejaba entrever el horror que estaba por descubrirse. Dentro de la casa, Florencia fue encontrada sin vida junto a su pareja, quien aparentemente había decidido terminar con su vida tras cometer el terrible acto.
La escena del crimen era desgarradora. Uno de los hijos de Florencia, un niño de tan solo 7 años, había sido testigo de la violencia que su padre ejercía sobre su madre. Golpeando la puerta de la habitación donde yacían los cuerpos, el pequeño intentaba obtener respuesta, mientras que su hermana menor, de tan solo 5 años, había buscado refugio en la casa de su abuela.
Ahora, la comunidad mendocina llora la pérdida de una mujer joven cuya vida fue arrebatada por la violencia machista. Las redes sociales se han llenado de mensajes de dolor y solidaridad hacia Florencia y su familia, así como de denuncias y llamados a la acción contra la persistente lacra del feminicidio.
En medio de este oscuro panorama, la investigación del fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello busca arrojar luz sobre los eventos que condujeron a esta tragedia, aunque la hipótesis principal apunta a que fue la pareja de Florencia quien perpetró el crimen antes de poner fin a su propia vida.
Florencia Guiñazú deja un legado de pasión y lucha que trasciende su prematura partida. Su amor por el deporte, su dedicación a su trabajo y, sobre todo, su valentía al enfrentar la violencia de género, permanecerán como un recordatorio constante de la urgente necesidad de erradicar este flagelo de nuestra sociedad. En su memoria, la lucha contra el feminicidio continúa, alimentada por la esperanza de un futuro donde ninguna mujer tenga que temer por su vida dentro de su propio hogar.
