Suspendida audiencia por el «chacal de Malargüe»: Defensa aplaza juicio por caso de abuso sexual y corrupción de menores

El esperado inicio de la audiencia preliminar al juicio contra uno de los protagonistas de un escalofriante caso de abuso sexual y corrupción de menores en Malargüe, se ha pospuesto. J. Puscama, acusado de una serie de delitos aberrantes, que incluyen abuso sexual con acceso carnal agravado, corrupción de menores agravada, producción y distribución de material de abuso sexual infantil agravada, tenía programada su audiencia para este lunes. Sin embargo, a solicitud de la defensa del imputado, se ha reprogramado para el próximo jueves 18 de este mes.

Fuentes judiciales han confirmado a Info YA! que esta solicitud de suspensión contó con el consentimiento de todas las partes involucradas en el proceso. La audiencia preliminar es crucial para establecer el curso del juicio, determinar las pruebas que serán presentadas y cuántos testigos serán citados para el debate.

Este caso, que ha conmocionado a la localidad de Malargüe y más allá, tiene como telón de fondo una trama espeluznante de abusos sexuales intrafamiliares y el intercambio de material de abuso infantil entre vecinos. Jessica Payalaf, quien ya fue condenada a 18 años de prisión en un juicio abreviado, fue parte fundamental de este entramado. En dicho juicio, Payalaf aceptó la condena tras un acuerdo entre la Fiscalía y la Defensa, mientras que Puscama optó por ir a juicio oral y público.

El caso reveló una red de abuso en la que tanto Puscama como Payalaf intercambiaban imágenes y videos de los abusos que cometían contra sus propios hijos, quienes en ese momento tenían 9 y 2 años y medio. Puscama se ha mantenido firme en su rechazo al acuerdo de juicio abreviado, lo que ha llevado a la suspensión de la audiencia en varias ocasiones.

La investigación de este caso se remonta a abril de 2026, cuando Gendarmería Nacional allanó dos viviendas en Malargüe y detuvo a la pareja. La peculiaridad que llevó a la identificación de los acusados fue su fanatismo por la banda de rock Guns N’ Roses, evidenciado a través de tatuajes que poseían ambos. Estos tatuajes fueron claves para su identificación en las imágenes de abuso.

La investigación, desencadenada por reportes de una ONG estadounidense sobre material de abuso infantil en línea, reveló el intercambio de imágenes y videos a través de la aplicación de mensajería instantánea LINE. Los allanamientos arrojaron como resultado el secuestro de computadoras y celulares con una gran cantidad de material de abuso sexual.

El caso, que ha generado indignación y repudio en la sociedad, aún espera su desenlace judicial. Mientras tanto, la suspensión de la audiencia preliminar prolonga la angustia de las víctimas y la expectativa de justicia para una comunidad conmocionada por la brutalidad de estos crímenes.

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