Solicitaron revisar y actualizar el dólar agro y eliminar la obligación de participar de Precios Justos.
Desde Bodegas de Argentina, la entidad que nuclea a los productores de vino de todo el país, pusieron de manifiesto la preocupación por la caída en las exportaciones y en un comunicado definieron la situación actual como “crítica” y apuntaron a la “falta de competitividad del tipo de cambio”.
Las empresas vienen pidiendo quita de retenciones (4,5%) y un dólar especial para las economías regionales.
En el comunicado señalaron que la demora en los pagos al exterior está afectando las ventas y la relación con los clientes extranjeros, lo cual tiene un impacto en la cadena de valor de la industria del vino.: “Las disminuciones de ventas y el impacto en la relación con los clientes, como consecuencia de las demoras en los pagos al exterior se traduce en menor nivel de actividad de las empresas y afecta a toda la cadena de valor de la industria del vino”.
Según reportó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante el primer semestre de 2023 la exportación de vino fraccionado cayó 26,8% y a granel, 44.5%.
Esto significa una disminución del 31,7% en el volumen de vinos despachados al exterior. Si se mide en facturación, la baja fue de 20% para los fraccionados, del 32,3% para los graneles y del 21% en total, consignaron.
Desde Bodegas de Argentina señalaron que “las caídas de volumen y facturación se deben fundamentalmente a la falta de competitividad del tipo de cambio, frente a los incrementos de costos que han tenido los componentes de los productos (insumos de packaging, materias primas, mano de obra y gastos en general)”.
Además de los obstáculos macroeconómicos, “con costos que se incrementan al 150% de manera interanual”, destacaron que hay que sumar el presente de la industria donde ” debe sumarse la situación particular de nuestra industria donde, “una cosecha baja en volumen disparó los precios de las uvas a valores que superan el 200% y el 300% mayores a los de la cosecha 2022”.
Frente a este panorama -aclararon- los más afectados son los productos con rentabilidades más bajas, es decir, los de menor precio y más volumen.
“El Programa de Incentivo a las Exportaciones (dólar a $ 300) no resultó de fácil acceso a las bodegas. Las condiciones de ingreso no generaron incentivo alguno para exportar en mejores condiciones cambiarias”, mencionaron con relación a la obligación de sumar productos al programa Precios Justos.
También apuntaron a las restricciones de transferencias al exterior, “ya sea para importar insumos o pagar servicios”.
“Somos una industria que exporta productos finales y debemos abastecernos de insumos importados y abonar a nuestros clientes y distribuidores sus comisiones por ventas, acciones de promoción y publicidad, servicios de marcas, asistencia a ferias internacionales, asesoramientos, etc. El incumplimiento de pago en estos conceptos, genera falta de incentivos comerciales en los puntos de ventas. El mundo del vino es muy competitivo y la ausencia de estos incentivos se traduce en menores ventas”, explicaron.
Para la Coviar “el dólar agro no tuvo el efecto esperado” y pidió cambios a Nación
Por ello, pidieron revisar y actualizar el “dólar agro” y eliminar la obligación de participar de Precios Justos.
“En el caso del vino, las mejoras en el tipo de cambio no impactan en el mercado local. La oferta exportable y del mercado doméstico son totalmente diferentes”, explicaron.
Respecto del dólar especial, sugirieron que esté por encima de los 300 pesos y que se ponga un monto que se vaya actualizando con el tipo de cambio oficial. Además, que ingresen en ese tipo de cambio todas las cobranzas pendientes de ingreso y liquidación.
Otro de los reclamos del sector vitivinícola tiene que ver los la ventana de tiempo para las operaciones: “La lógica del negocio exige unos 45 días para despachar la mercadería solicitada por los clientes, a lo que debe sumarse otros 90/120 días para el cobro de las mismas. Es decir que estamos en unos 160 días de tiempo desde el inicio hasta el final de la operación. Si bien existe la posibilidad de pre financiamiento en dólares del exterior (como indica el decreto original), no es accesible para los más de 400 exportadores vitivinícolas de nuestro país”.
“Nos resulta muy difícil desarrollar un mercado. Requiere de años de inversión sostenida. Más difícil nos resulta sostenerlos en las condiciones descriptas. Las bodegas argentinas han realizado grandes esfuerzos para no perder lo construido, pero llevan mucho tiempo exportando en condiciones que claramente les son desfavorables”, concluyeron.