Boca Juniors logró una clasificación con suspenso este martes, venciendo 1-0 a Godoy Cruz en un partido que mantuvo en vilo a la afición xeneize hasta el último minuto. Lo que comenzó con dificultades para el equipo de La Ribera, terminó con un resultado que desató la euforia en La Bombonera y prepara el escenario para un enfrentamiento épico: el Superclásico contra River Plate en los cuartos de final de la Copa de la Liga.
Desde el inicio, el ambiente en La Boca era tenso. La lluvia persistente y la notable presencia policial en las inmediaciones del estadio presagiaban una jornada complicada. Los hinchas, habituados a la bulliciosa previa en las calles cercanas al estadio, se vieron limitados por las medidas de seguridad, recordando incidentes recientes en encuentros anteriores.
Dentro del campo, Boca enfrentaba un desafío formidable ante un Godoy Cruz que prometía dar pelea. El primer tiempo fue un reflejo de esta tensión, con un juego trabado y sin grandes destellos de calidad. La expulsión de Cristian Medina a los 30 minutos complicó aún más las cosas para el Xeneize, sumiendo a la hinchada en la incertidumbre.
Sin embargo, cuando más lo necesitaba, apareció la conexión entre Advíncula y Cavani para desatar la locura en La Bombonera. Un centro milimétrico del peruano encontró al uruguayo, quien definió con maestría para poner a Boca en ventaja. Con este gol, el equipo de Diego Martínez se aseguraba un lugar en los cuartos de final y un enfrentamiento de alto voltaje contra Argentinos Juniors.
El segundo tiempo fue una demostración de carácter por parte de Boca. A pesar de jugar con un hombre menos, el equipo supo controlar el partido y mantener la ventaja obtenida. La actuación destacada de Zenón, el sacrificio de Cavani en tareas defensivas y la solidez de Advíncula fueron clave para contener los embates de Godoy Cruz.
Los intentos del conjunto mendocino por igualar el marcador fueron en vano, gracias a intervenciones decisivas de figuras como Chiquito Romero y Marcos Rojo. El travesaño también se alió con Boca en momentos críticos, negando un gol casi seguro a Cejas.
Al final del encuentro, la tensión en La Bombonera dio paso a la euforia cuando se confirmó que Boca enfrentaría a su eterno rival, River Plate, en los cuartos de final de la Copa de la Liga. Lo que parecía ser una jornada complicada se transformó en una noche memorable para los xeneizes, quienes ahora miran con optimismo hacia el Superclásico que promete paralizar al fútbol argentino.
