En una medida sin precedentes, el Gobierno argentino ha decidido revertir parcialmente los aumentos en las cuotas de las empresas de medicina prepaga, obligándolas a recalibrar sus valores desde diciembre pasado. Esta determinación, que afecta a un grupo que abarca al 75% de los afiliados, según declaraciones del vocero presidencial Manuel Adorni, tiene como objetivo principal mitigar el impacto económico en los ciudadanos y garantizar una prestación de servicios de salud accesible.
La disposición gubernamental establece que las empresas de medicina prepaga deben retrotraer los aumentos aplicados a diciembre del año anterior y limitar cualquier incremento futuro al índice de precios al consumidor. En otras palabras, el nuevo valor de las cuotas no debe exceder el monto facturado en diciembre más el porcentaje de inflación acumulado desde entonces, que alcanza un 51,6% entre enero y marzo.
Según estimaciones de la Secretaría de Industria y Comercio, esta medida podría resultar en una reducción del 33% en las cuotas de las empresas de medicina prepaga, considerando un escenario de inflación del 10% para abril y el aumento promedio del 151% desde diciembre pasado.
Aunque el Gobierno ha asegurado que la medida entra en vigor de inmediato, las empresas del sector están evaluando la factibilidad de implementarla. Algunas fuentes del sector privado de la salud han expresado preocupación por la viabilidad de devolver el dinero a los afiliados, argumentando que esto podría poner en riesgo la estabilidad financiera del sistema.
Además, queda por resolver el destino del dinero facturado por encima de la inflación en los meses previos. La Secretaría de Comercio ha señalado que no tiene la facultad de ordenar la devolución de estos fondos, pero su eventual utilización podría influir en futuras sanciones o multas contra el sector.
En paralelo a estas medidas, el Gobierno ha anunciado que presentará una medida cautelar en la Justicia para solicitar la devolución del dinero percibido por encima de la inflación durante los últimos cuatro meses. Esta acción busca garantizar la libre competencia en el mercado de salud y prevenir prácticas anticompetitivas, como la presunta cartelización entre las principales empresas de medicina prepaga.
La determinación del Gobierno ha generado reacciones encontradas en el sector, con advertencias sobre posibles consecuencias negativas para la estabilidad del sistema de salud. La reciente renuncia de Claudio Belocopitt a la conducción de la Unión Argentina de Salud (UAS), que agrupa a las empresas de medicina privada, también ha agregado un nuevo elemento de incertidumbre a esta negociación.
En conclusión, la medida gubernamental de retrotraer precios y ajustar por inflación en el sector de medicina prepaga busca equilibrar los intereses de los usuarios y las empresas, aunque aún quedan interrogantes sobre su implementación y repercusiones a largo plazo.