Este miércoles detuvieron a una mujer de 29 años, quien está acusada del asesinato de su hija. La pequeña de 11 meses falleció y su madre aseguró que había sido producto de atragantarse, pero la autopsia demostró un panorama terrible.
El hecho tuvo lugar en la localidad brasileña de Belford Roxo. Andressa Otoni da Silva Polastreli llevó a su hija Luna a un centro médico y asegurando que la pequeña se había atragantado.
Al llegar, la beba ya estaba muerta y procedieron a practicarle una autopsia por “muerte dudosa”.
Sin embargo, el informe forense reveló un panorama aterrador: la niña falleció como consecuencia de una brutal golpiza. En el informe se podían observar un traumatismo craneoencefálico, fracturas múltiples y hemorragia interna.
Actualmente, Andressa se encontraba bajo refugio de una ONG de ayuda para víctimas de violencia de género, ya que se había separado de su marido en octubre porque él la amenazaba de muerte.
A su vez, la directora de la ONG explicó que, al interactuar con Andressa, se dio cuenta de que la madre muchas veces dejaba a la bebé sin comer y no cuidaba a su hija.
“El informe forense reveló lesiones de suma importancia en la región de la cabeza, y apunta como causa de la muerte al traumatismo craneoencefálico y a la hemorragia subdural producido por un golpe contundente”, explicó la comisaría Ana Carolina Lemos.
La Policía detuvo a Andressa como sospechosa por la muerte de su propia hija: “Se comprobó que ya había antecedentes de negligencia y maltrato de la madre en relación con la niña”, agregó Lemos.
Actualmente, Andressa fue acusada de homicidio calificado, cometido contra un menor de 14 años, y agravante por el vínculo familiar.
Un antecedente preocupante
El pasado 19 de noviembre, Andressa se quedó con su hija en la casa de su novio y al regresar, la beba tenía un brazo roto.
La mujer aseguró que la pequeña se quebró el brazo tratando de caminar, pero luego cambió de versión y dijo que se había caído de la cama.
