El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reveló recientemente las cifras correspondientes al índice de precios al consumidor (IPC) de enero de 2024, ofreciendo un análisis detallado de la situación económica del país.
De acuerdo con el informe, la inflación durante el primer mes del año alcanzó el 20,6%, marcando un ritmo de crecimiento menor en comparación con el mes anterior, diciembre de 2023, que registró una tasa del 25,5%. Aunque sigue siendo una cifra considerablemente alta, este ligero descenso indica una cierta desaceleración en el aumento de precios.
En términos interanuales, los datos revelan un incremento del 254,2% en los precios de la canasta seleccionada, evidenciando la persistente presión inflacionaria en la economía argentina.
El desglose por divisiones muestra que Bienes y servicios varios encabezaron el aumento con un 44,4%, seguido por Transporte (26,3%), Comunicación (25,1%), Recreación y cultura (24%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (22,3%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (21%). Por otro lado, las categorías menos afectadas fueron Educación (0,9%), Prendas de vestir y calzado (11,9%), Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (14%), Restaurantes y hoteles (19,4%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%) y Salud (20,5%).
La región de Patagonia fue la más golpeada por la inflación, con un incremento del 24,2%, seguida por Cuyo (22,3%), Noroeste (21,7%), Pampeana (21,2%), Gran Buenos Aires (19,6%) y Noreste (19,5%). Estos datos subrayan las disparidades regionales en la evolución de los precios.
Es importante destacar que, a pesar de la persistencia de cifras elevadas, el crecimiento del IPC fue inferior al pronóstico promedio de los analistas. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA), la proyección era de un 21,9%, lo que indica una cierta sorpresa en el mercado ante la desaceleración observada.
En resumen, aunque la inflación continúa siendo un desafío significativo para la economía argentina, los datos de enero muestran señales de una leve desaceleración, ofreciendo cierto alivio en comparación con el mes anterior y sorprendiendo a analistas que anticipaban una tasa más alta. Sin embargo, será crucial seguir monitoreando de cerca la evolución de los precios para comprender mejor las tendencias económicas a futuro.