Por un error judicial, la Suprema Corte ordenó que se vuelva a condenar a Francisco Agüero, Diego Vildoza y Lucas Villanueva por el asesinato de Juan Carlos Moya, ocurrido en 2017. El juez Mateo Bermejo consideró que les correspondía un castigo menor al recibido anteriormente.
El asesinato durante un asalto del carpintero Juan Carlos Moya en Guaymallén generó fuerte conmoción a fines de 2017. El trabajador fue ultimado a disparos por delincuentes que tenían como objetivo robarle una importante cantidad de dinero que había cobrado por aquellos días.
El caso tuvo varias idas y venidas con detenidos que resultaron ser inocentes y terminaron sobreseídos, un sospechoso que evitaba ser atrapado con ayuda policial, ofrecimiento de recompensa y acusados que fueron liberados y luego recapturados.
Finalmente, en 2021, los tres que quedaron detenidos en la causa, Francisco Javier Agüero Toledo (52), alias Toro; Diego Norberto Pelado Vildoza Soria (45) y Lucas Sebastián Villanueva Figueroa (41), fueron condenados durante un juicio por jurados. El primero recibió 23 años de cárcel y sus dos cómplices de 22 años de encierro.
Luego de cuatro años de lucha, la familia de Moya finalmente había obtenido algo de justicia y ese capítulo de sus vidas parecía cerrado. Sin embargo, un error judicial durante el dictado de la sentencia provocó, en noviembre del año pasado, que la Suprema Corte ordenara realizar otra vez la audiencia de cesura o imposición de pena.
Este lunes, se celebró la última de una serie de audiencias en las que el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello, quien estuvo a cargo de la instrucción, la querella y los defensores presentaron sus argumentos y solicitaron penas para los tres acusados, siempre teniendo en cuenta la calificación por las que fueron hallados culpables por el jurado: homicidio en ocasión de robo, en calidad de autor para Agüero y como partícipes primarios para Vildoza y Villanueva.
Finalmente, el juez Mateo Bermejo les impuso a los tres asaltantes una pena menor a la que anteriormente habían recibido: 22 años de cárcel para el Toro Agüero, 18 años y 7 meses de encierro para Villanueva y 18 años de prisión para el Pelado Vildoza.
El “fallo” de un ex juez
El error judicial que terminó beneficiando a los tres integrantes de la banda que terminó con la vida del carpintero Moya fue advertido por el abogado Pablo Cazabán durante la audiencia de cesura que se realizó el jueves 5 de agosto de 2021, instantes después del veredicto de culpabilidad del jurado.
Durante su exposición, el letrado que defiende al Pelado Vildoza señaló que tanto el fiscal Pirrello como la querellante oficial Jimena Villanueva se habían equivocado al pedir la pena contra su cliente y Lucas Villanueva, ya que los mencionaron como coautores de homicidio en ocasión de robo, cuando el jurado los halló culpables como partícipes primarios de ese delito.
Pese a que Cazabán marcó esa situación, cuando el ex magistrado Gonzalo Guiñazú (actualmente jubilado), quien ofició en ese debate como juez técnico, dictó sentencia, repitió el error y sentenció a Vildoza y Villanueva como coautores.
Frente a eso, el defensor casó la resolución y pidió la nulidad de la misma, solicitud a la que adhirió el abogado de Villanueva, Cristian Puga. La presentación se realizó frente al máximo tribunal de la provincia en pleno, conformado por Dalmiro Garay, María Teresa Day, Pedro Llorente, Omar Palermo, Julio Gómez, José Valerio y Mario Adaro.
Los jueces supremos, con un único voto en disidencia por parte de Day, hicieron lugar al pedido y ordenaron repetir la audiencia de imposición de pena contra los tres culpables del asesinato durante un asalto, quienes terminaron accediendo a una reducción en las penas previamente recibidas.
El crimen
El episodio que desembocó en la muerte de Moya a manos de asaltantes tuvo lugar el sábado 4 de noviembre de 2017. Del expediente surge que la planificación del golpe comenzó un día antes.
Fue el viernes 3 cuando Villanueva se comunicó con sus cómplices, Vildoza y Agüero, para revelarles que un carpintero que vivía cerca de su casa había cobrado una gran suma de dinero por un trabajo de carpintería que le hizo al propietario de un conocido corralón de la zona.
Al día siguiente, los tres hombres, acompañados por un cuarto partícipe, identificado como Miguel Ángel Toledo -se encuentra prófugo- arribaron a bordo de un Ford Fiesta durante la siesta al domicilio de Moya, en calle Gutemberg al 900.
El Toro Agüero y Donoso bajaron del vehículo y tocaron la puerta de la vivienda, donde también funcionaba el taller de carpintería. La idea era hacerse pasar por clientes y luego abordar a Moya con armas de fuego para robarle la plata.
Pero los maleantes fueron atendidos por el hijo del trabajador de la madera, quienes les explicó que su padre se encontraba durmiendo la siesta. Impacientes, los ladrones le apuntaron con una pistola calibre 9 milímetros.
Acto seguido, lo llevaron por la fuerza hasta la habitación donde el carpintero estaba acostado junto a su esposa. Allí, le exigieron el dinero que había cobrado, pero Moya ofreció resistencia y le dieron dos balazos en el abdomen, que le provocaron la muerte en cuestión de minutos.
Después del ataque, los asaltantes se dieron a la fuga, pero dejaron caer la pistola. El hijo de Moya la tomó y efectuó unos disparos hacia los autores, pero estos lograron huir ilesos junto a sus dos cómplices en el Ford Fiesta.
En un principio, la investigación apuntó hacia un hombre oriundo del barrio Paraguay, pero falló la rueda de personas y con el tiempo lo sobreseyeron. Más de un año más tarde, en diciembre de 2018, fueron detenidos Vildoza, Agüero y Villanueva, quienes este miércoles volvieron a ser sentenciados por el hecho de inseguridad.
