La falta de solvencia económica y la reducción de la oferta inmobiliaria son determinantes para este target de la sociedad.
Las estadísticas oficiales de la Provincia muestran un descenso en la
cantidad de jóvenes al frente de hogares en el último año, en un momento donde
la inflación impacta fuertemente en el valor de los alquileres, a la par de la
reducción en la oferta de los mismos.
El dato se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida que se realiza
anualmente en los 18 departamentos. En 2022, el estudio provincial marca un descenso
en el índice de los hogares con jefatura joven. Se trata de aquellas viviendas que son
sostenidas económicamente por personas que tienen 25 años o menos.
Desde el 2019 hasta el 2021, el promedio de jóvenes con jefatura de hogar era de 3.1%. Pero después de la pandemia de coronavirus, el índice bajó un punto y en 2022 fue de 2.1%, la cifra más bajas de últimos años, incluso que en 2017, cuando el promedio dio 2,2%.
En cuanto a edades, la población que domina en este aspecto es la que va de los 25 a los 60 años, que supera el 53% -bajó dos puntos- respecto al periodo anterior, mientras que la jefatura envejecida llega al 44% -que tuvo un incremento de 3 puntos de un año a otro-.
El descenso en la cantidad de jóvenes al frente de un hogar permite
comprender otros números que son producidos por la Dirección de Estadísticas e
Investigaciones Económicas -DEIE- como la inflación. A los valores de junio de
2022, la inflación en el rubro de Vivienda llegaba al 32%, pero tenía una diferencia interanual que superaba el 50%. La espiral siguió subiendo: hoy, el costo de mantener una vivienda alcanza casi los tres dígitos.
Estos costos, a su vez, también se grafican en los ingresos que una familia de cuatro integrantes debe tener para no ser considerada pobre: la vara se puso, en julio de este año, a unos 217.000 pesos mensuales para ese grupo familiar.
Frente a esas variables, acceder a una vivienda propia o alquilada se torna en uno verdadero problema, sobre todo, para los jóvenes que intentan independizarse y mantener un grupo familiar, en algunos casos.
La dificultad de alquilar
De hecho, acceder hoy al alquiler de un monoambiente en el Gran Mendoza no es una tarea sencilla, no sólo por la falta de oferta, sino por los elevados precios que van desde los 40 mil pesos en adelante, sin considerar gastos de expensas y otros asociados.
Según explicó Eduardo Rosta, presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza, desde la implementación de la Ley de Alquileres, que trajo aparejada una fuerte reducción de la oferta inmobiliaria, se vio una notable caída de hogares con jefaturas jóvenes por la imposibilidad para convivir o independizarse del núcleo familiar primario.
“Ante esto, hay una tendencia importante al cohousing, se trata de un fenómeno que reúne a varios jóvenes que, en muchos casos, sin conocerse previamente, deciden alquilar una propiedad”, comentó Rosta.
Por su parte, Marcos Herrera, de Inmoclick, consignó: “Si bien en nuestro sitio no tenemos acceso a datos específicos de los clientes, lo que sí notamos es que no se observa a ese tipo de target, menores de 25 años, interesado en adquirir una vivienda, ya sea para comprar o alquilar. Directamente no figuran”.
En contrapartida, los hogares con jefatura envejecida, cuyos jefes/as tienen 60 años o más y representan el 44,2% y el resto de la población conforma el 53.8% restante.
Un dato a considerar es que General Alvear y Santa Rosa, los departamentos con población más envejecida.
Características de los hogares
En Mendoza, la mayor parte de los hogares está conformado por tres habitantes.
Se trata de hogares denominados nucleares que están compuestos por una pareja y un hijo. Este tipo de familias representan el 58.9% en la provincia. La secuencia interanual muestra un descenso de dos puntos -en 2021 se situaban en el 60,8%-.
En tanto, el 16.9% de los hogares tiene a una sola persona -unipersonal-.
Los hogares monoparentales -conformados por un padre o madre, un hijo y otros familiares- se mantienen en el mismo nivel, prácticamente, desde 2019 a 2022: representaron el 20.8% el año pasado.En general, este tipo de hogares tiene al frente a una mujer en el 86% de los casos relevados.
El Sur es la región con mayor cantidad de hogares monoparentales (21.8%). Le sigue el Valle de Uco con 21.5% y el Gran Mendoza con 20.9%.
Por otro lado, apenas el 6% de los hogares presenta algún tipo de hacinamiento: aquellos que tienen un hacinamiento moderado son el 5,1% de los hogares, mientras que el 1,5% tiene un hacinamiento crítico. Es un fenómeno que crece más en la zona rural -8,9% y 3,2%, respecto a lo moderado y crítico, respectivamente-.
