El Gobierno ha optado por posponer el aumento previsto en las tarifas del transporte público para el mes de abril como parte de su estrategia para contener la inflación. Sin embargo, a partir de ahora, se implementará una tarifa diferencial para aquellos usuarios que no hayan registrado su tarjeta SUBE.
Con esta medida, el costo del boleto mínimo de colectivo se mantendrá en $270 y el de tren en $130, tal como se había establecido a principios de febrero. Para aquellos que utilicen tarjetas SUBE no registradas, el precio será de $430 y $420, respectivamente.
Además, el viernes, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el Gobierno dejará de subsidiar a más de 1.600 líneas de colectivos que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), tras un exhaustivo análisis del sistema automotor realizado por la Secretaría de Transporte.
Adorni explicó en una conferencia de prensa: «El Estado Nacional distribuía subsidios para un parque automotor de 18.300 colectivos, pero nunca se supervisó si esa cantidad era necesaria o si los colectivos recorrían la cantidad de kilómetros adecuada. En otras palabras, se eliminó una fuente de derroche, ineficiencia y falta de transparencia que estaba resultando muy costosa».
En respuesta, las empresas de transporte consideraron esta medida como «altamente perjudicial» y señalaron que «la decisión es equivocada porque no se trata de colectivos ficticios, como sugiere el Ejecutivo, sino de unidades que están inactivas en los talleres».
