El hecho ocurrido en el local de venta de repuestos M&M de Guaymallén tuvo como víctima inicial a Marcelo Gabriel Martín (57). Su hermano mayor, Manuel, le habría disparado para luego quitarse la vida. Ambos estaban rompiendo una sociedad de años.
Marcelo Martín era un empresario conocido en el mundo de las casas de repuestos del Gran Mendoza. Este sábado iba a cumplir 58 años y se encontraba organizando el festejo con su familia. Su hermano Manuel, tres años y medio mayor que él, seguía esa misma línea. Ambos lideraban desde hace más de tres décadas el local M&M, ubicado en la zona del Carril Godoy Cruz y Arenales, en Guaymallén. Un hermano más chico, Mariano, se había retirado de esos negocios muchos años antes.
Este miércoles por la tarde la relación terminó trágicamente: uno de ellos mató al otro y luego se suicidó, sostiene la primera teoría del caso. En la escena hallaron dos armas de fuego “tipo revólver” y eso motivó algunas dudas en los detectives policiales y judiciales.
En los últimos tiempos, ambos venían protagonizando cruces por temas económicos de división de bienes. Estos los llevó a decidir romper la sociedad que los unía, la que incluyen otros negocios y sucursales, como la ubicada sobre calle Costanera. Testigos describieron a El Sol que se hablaba de cifras millonarias.
Minutos después de las 14, empleados del lugar escucharon detonaciones de arma de fuego cuando uno de los protagonistas de la historia subió el primer piso del comercio para calentarse el almuerzo en un microondas.
También lo sintieron algunas personas que trabajan en negocios cercanos, debido a que es una zona comercial. “Estalló uno de los vidrios”, contó un trabajador de una estación de servicios ubicada enfrente del teatro del hecho, hacia el sur.
Un hijo de Marcelo -tenía cuatro, dos varones y dos mujeres- también fue testigo directo del ataque, confiaron fuentes policiales y judiciales a este diario. Lo cierto es que, de acuerdo con la reconstrucción inicial, Manuel llegó decidido a matar a su hermano horas antes de que participaran de una reunión pactada previamente con abogados: le disparó a corta distancia con revólver (sería calibre 32) y el proyectil ingresó por sector frontal del cuello de la víctima, unos centímetros debajo del mentón.
Manuel Martín también habría intentado atacar a uno de los hijos de Marcelo con la misma arma. Sin embargo, su sobrino salvó su vida y alcanzó a pedir ayuda. Segundos después, agrega la teoría inicial de la instrucción que lidera la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, el mayor de los hermanos y señalado como el hombre que apretó el gatillo del arma de fuego decidió terminar con su vida. Se disparó en la cabeza (sien derecha) y murió en pocos segundos.
El caso comenzó a trabajarse como un homicidio seguido de suicidio por lo que es más que probable que termine archivado en un tiempo no muy lejano. El Ministerio Público comenzó rápidamente a tomar declaraciones testimoniales e iba a esperar los informes de Policía Científica y forenses para conocer en detalle la mecánica del caso.
El comienzo
La Policía tomó contacto con la novedad a las 14.20, cuando llamados al 911 advirtieron sobre una persona muerta en el local de venta de repuestos usados y nuevos M&M. Cuando llegaron los primeros uniformados, encontraron a una persona sin vida en el piso y otra a la salida del baño, cerca de una cocina.
Desde un principio, los efectivos confirmaron que ambas personas se encontraban sin vida y que había dos armas de fuego. A partir de ese momento, el lugar se llenó de efectivos de Investigaciones, uniformados y funcionarios judiciales. Identificadas los hermanos fallecidos, comenzaron a trabajar en la incorporación de pruebas.
Además, los pesquisas buscaron testigos para conocer en detalle cómo fueron los últimos minutos de Manuel y Marcelo Martín. Así fue que trascendió que este miércoles por la tarde tenían pensado juntarse con abogados para ir definiendo todos los pasos para romper la sociedad que habían heredado de su padre.
