En un giro significativo en la investigación del caso de la desaparición de la ex enfermera Silvia Zulema Chávez, la fiscal Paula Arana ha elevado a juicio la causa contra Mauricio Gonzalo Albornoz Bravo y su entonces pareja Gabriela Carina Domínguez Lucero. Ambos están acusados por la Fiscalía de participación en los delitos de Homicidio agravado por Alevosía y Codicia, en concurso real con el delito de Hurto agravado por uso de llave verdadera hallada, en calidad de coautores.
La decisión de la fiscal se basa en la incorporación de la última pericia psicológica realizada a uno de los imputados y en la existencia de elementos de convicción suficientes para sostener la probable participación de Albornoz y Domínguez en la muerte de Silvia Chávez. La fiscal considera cerrada la etapa de investigación penal preparatoria.
Según la hipótesis de la Fiscalía, los hechos que llevaron a la muerte de Silvia Chávez ocurrieron entre el 20 y el 21 de julio de 2022. La motivación detrás del presunto homicidio sería la intención de la ex enfermera de desalojar a Albornoz y Domínguez del departamento que alquilaban en la parte posterior del inmueble donde residía la víctima.
La fiscal sostiene que, tras cometer el crimen, la pareja ocultó el cuerpo, hizo desaparecer el teléfono celular de la víctima y permaneció en la vivienda hasta el 6 de septiembre, fecha en que vencía el contrato de alquiler. Al abandonar el lugar, sustrajeron varios objetos, incluyendo dos ventanas de madera, una pileta de lona, una escalera de madera y frascos de conservas de salsa de tomate y dulce.
El testimonio de un testigo de identidad reservada y la declaración de la abogada Yamila Alossi, representante legal de Chávez en el pedido de desalojo, han contribuido a consolidar la teoría de la Fiscalía. Alossi mencionó que la víctima tenía temor a Albornoz y su entorno, además de señalar que el día de los hechos recibió una llamada de Chávez sobre la situación con los inquilinos.
La Fiscalía se respalda en varios elementos, como los audios del 911 donde Chávez expresó sus miedos y solicitó ayuda por la presencia de muchas personas en su departamento, el secuestro de los elementos robados en la nueva vivienda de los imputados, la llave utilizada para abrir la despensa de donde sustrajeron las conservas, y varios testimonios que comprometen a Albornoz y Domínguez.
A pesar de no haberse encontrado el cuerpo de Silvia Zulema Chávez, la Fiscalía considera totalmente acreditada su muerte. Tras la elevación a juicio, se llevará a cabo una audiencia donde el juez determinará si el proceso continúa y culmina con un juicio por jurados, según informaron fuentes judiciales.